- Alex Navarro
- 04 Sep 2013 - 10:30
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Karolinska Institutet nace en un primer momento como centro de instrucción para cirujanos del ejército sueco, tras la Guerra que mantuvo Suecia con Rusia entre febrero de 1808 y septiembre de 1809. Fue nombrado “Medico-Chirurgiska Institutet” (Instituto para la Formación de Cirujanos Expertos), pero en honor al rey sueco Karl XIII, finalmente pasó a llamarse en 1968 “Karolinska Institutet”. No será hasta 1874 cuando se permita la entrada a alumnos que no provengan del ejército, otorgando así las primeras licenciaturas en Medicina.
Actualmente, es la única universidad sueca que imparte estudios de medicina, fisioterapia, odontología y toxicología. Según el último ranking de las mejores universidades del mundo realizado por THE (The Times Higher Education) ocupa el puesto número 32, aunque es líder en estudios de investigación médica, sobre todo en temas relacionados con el cáncer.
La colaboración de importantes eminencias en la constitución de la universidad, como el impulsor de la química moderna Jöns Jacob Berzelius, ha contribuido a hacer de esta institución una referencia para el mundo de la medicina y la ciencia en general. Tanto es así, que Karolinska es la encargada de otorgar cada año el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. Entre los galardonados sólo ha habido dos españoles, Ramón y Cajal y Severo Ochoa.
La universidad cuenta con su propio hospital, centro de formación y de investigaciones académicas y uno de los más grandes de Suecia. Además, es sede de uno de los tres campus que componen Karolinska, junto con Solna y Huddinge. Las normas de admisión son estrictas, ya que tiene muy en cuenta las aptitudes académicas de los futuros alumnos, sobre todo en las áreas de lenguas modernas, matemáticas e inglés. Sin embargo, no hay distinción entre alumnos nacionales y extranjeros, por lo que no exige a estos últimos ningún Certificado Oficial de Idiomas, aunque se valora mucho tener conocimientos en sueco, ya que la mayoría de las clases son impartidas en sueco, aunque posteriormente los proyectos de investigación sean en inglés. Además de estas aptitudes, existe un programa de puntos que incrementa las posibilidades de ingresar en Karolinska, como por ejemplo haber realizado el bachillerato en alguno de los países nórdicos. En caso de que haya varios alumnos que obtengan la misma puntuación final, la elección de uno u otro se decidirá mediante sorteo.
Suecia es uno de los países con mayor inmersión lingüística entre sus habitantes. A pesar de lo que muchos piensan, el sueco no está considerado como idioma oficial del país, aunque es el más hablado por sus habitantes. Además del sueco, conviven otras lenguas minoritarias, como son el finés, el sami o el romaní, muchas de ellas a punto de desaparecer. A partir de los años 40 el inglés se impuso como materia obligatoria en la educación básica y secundaria, por lo que la mayoría de los suecos entienden y hablan perfectamente el inglés. Muchos son los profesores universitarios que imparten sus clases en inglés, debido al aumento de alumnos extranjeros que acuden cada año a Suecia a cursar sus estudios superiores. Pero no sólo aprender inglés en Suecia es fácil debido a la educación. Existe la tradición de subtitular la mayoría de programas de televisión y películas, en lugar de doblarlas.
Estocolmo, sede de Karolinska Institutet, es uno de los destinos preferentes de muchos jóvenes para aprender sueco en Suecia, ya que, además de ser la capital es considerada una de las mejores ciudades del mundo para vivir. El honor de ser una “ciudad global de categoría alfa”, concepto acuñado por la Universidad de Loughborough en un reciente estudio sobre la globalización de las ciudades, se debe a que en ella conviven diferentes nacionalidades, sobre todo alemanes, noruegos y franceses, aunque cada vez se nota más la presencia de españoles. Por ello, las academias de sueco tienen que aumentar cada año su oferta de cursos en el extranjero, debido a la afluencia de extranjeros. Estudiar en Karolinska no sólo otorga a los alumnos el diploma de una de las mejores universidades médicas del mundo, sino también, la posibilidad de convivir con otras nacionalidades y aprender nuevas culturas.