- Alex Navarro
- 06 Oct 2025 - 16:55
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Realizar un curso de idiomas en el extranjero es una de las mejores experiencias que todo estudiante puede vivir. No solo permite mejorar el dominio de una lengua de manera natural, sino también conocer nuevas culturas, ampliar horizontes y desarrollar habilidades personales y profesionales muy valoradas en el mundo laboral. Pero también es cierto que muchas personas no lo intentan por el coste económico que puede suponer. La buena noticia es que existen varias formas de financiar un curso de idiomas en el extranjero sin tener que renunciar a esta oportunidad única. A continuación, te explicamos cinco de las más efectivas.
1. Ahorro planificado y financiación
Si estás planeando un curso con varios meses de antelación, lo más recomendable es planificar un sistema de ahorro. Establece una cantidad mensual destinada exclusivamente a este propósito y busca cuentas bancarias que te permitan obtener rentabilidad.
Muchas agencias de cursos en el extranjero también ofrecen financiación a plazos, permitiendo pagar el curso de manera fraccionada antes o después de la estancia. ¿Sabías de un préstamo 1000 euros al instante que puedes pedir rápidamente? Es una modalidad que resulta útil para quienes quieren evitar grandes desembolsos de una sola vez.
2. Becas y ayudas para estudiar en el extranjero
Una de las opciones más conocidas son las becas y ayudas educativas. En España, tanto organismos públicos como privados ofrecen programas destinados a financiar estancias lingüísticas en otros países.
Algunas de las más destacadas son las becas del Ministerio de Educación, las ayudas Erasmus+ o las convocatorias autonómicas, que suelen cubrir parte de los gastos de matrícula, alojamiento y manutención.
También existen becas de entidades privadas, fundaciones o academias de idiomas que ofrecen descuentos o ayudas económicas para estudiantes de familias numerosas o con buen expediente académico. Organizándote con tiempo puedes encontrar una beca que se adapte a tu perfil.
3. Programas work&study
Posiblemente sea la opción más popular. Se trata de financiar el curso mediante un programa que combine trabajo y estudios. Países como Irlanda, Reino Unido, Malta, Canadá o Australia ofrecen la posibilidad de estudiar inglés mientras se trabaja a tiempo parcial. Es un modelo que te permite cubrir gran parte de tus gastos y, al mismo tiempo, ganar experiencia laboral internacional.
Algunas agencias tienen convenios con empresas locales que facilitan la búsqueda de trabajo a sus estudiantes. Habitualmente como camarero, dependiente en tiendas y hoteles, así como au-pair, aunque hay que avisar que en este caso casi siempre optan por chicas.
4. Voluntariado internacional
Es una alternativa al alza. Los programas de voluntariado combinan aprendizaje lingüístico con experiencias sociales ayudando a comunidades necesitadas. Habitualmente los gastos de alojamiento y comida están cubiertos, y tú solo tienes que abonar el billete y algunos costes administrativos.
Existen proyectos en Europa, América o Asia en los que puedes colaborar en áreas como educación, medio ambiente o apoyo comunitario, mientras practicas el idioma local.
Además de ser una experiencia solidaria, el voluntariado en el extranjero mejora tu currículum de forma extraordinaria.
5. Cursos con intercambio o familias de acogida
Es otra opción que gusta mucho a los estudiantes españoles, los programas de intercambio escolar. Estos formatos, al realizarse en una familia de acogida, reducen considerablemente los gastos de alojamiento y manutención, ya que el propósito es integrarse en su vida diaria.
Existen agencias especializadas en intercambios con varios países que suelen buscar un “match” entre el estudiante español y una familia local con otro estudiante de la misma edad. Si se consigue es una forma genial de practicar el idioma en un entorno cotidiano y quien sabe, hacer amigos de por vida.
Como puedes ver, estudiar en el extranjero está al alcance de cualquiera. Si no puedes afrontar el pago de una vez, es posible hacerlo con planificación y una buena dosis de motivación. Ya sea a través de becas, trabajo y estudio, préstamo con Avafin, programas de voluntariado o intercambios, existen múltiples caminos para llegar a la meta.
Invertir en aprender un idioma fuera de tu país no solo mejora tus competencias lingüísticas, sino que abre las puertas a nuevas oportunidades académicas y profesionales que pueden marcar un antes y un después en tu vida.