- María del Campo
- 19 Dic 2011 - 10:00
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Nuestro país vecino es mucho más que cursos de frances en Francia. Su gastronomía, mundialmente famosa, ofrece algunas delicatessen que los franceses han sabido adaptar a su cocina. La fondúe es un plato típico suizo de gran valor calórico, ampliamente degustado en Francia, donde todo lo relacionado con el queso causa auténtico furor. Está elaborada a base de quesos fundidos en un recipiente especial, que se mantiene caliente por medio de una llama y se dispone sobre la mesa para que los comensales se sirvan valiéndose de un pincho, con el que introducen trozos de pan. Modernamente se han creado otras fondúes, como las de carne o chocolate, donde se introducen pedazos de fruta.
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El raclette es otro queso de origen suizo, hecho a base de leche cruda de vaca y presentado como una gran rueda de unos 6 kg. Acogido con gran entusiasmo por Francia, son varios los quesos tipo raclette que se fabrican en el país, desde Saboya hasta Bretaña. Es un queso muy sociable, pues para ser consumido se necesita un aparato especial que lo funde gradualmente. Sus acompañantes más habituales son las patatas cocidas y los embutidos, sobre los que se va depositando el/wp-admin/post.php?post=1265&action=edit#edit_timestamp queso fundido.